Artes figurativas segunda mitad del s. xix from marinaalonsolopez
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Durante el siglo XIX convivieron en el mundo artístico dos corrientes, la academicista o tradicional y la seguida por todos aquellos artistas que se vieron impregnados por todos los cambios sociales, avances tecnológicos, científicos, etc. que estaban transformando la sociedad y el mundo conocido hasta entonces.
En estos momentos se comenzó a hablar de la "modernización" de los contenidos del arte. Si el término "moderno" significa etimológicamente lo actual, lo que está hecho al modo de hoy, modernizar los contenidos del arte significaba actualizarlos.
El arte tradicional se caracterizaba por representar grandes episodios históricos del pasado, mitos, leyendas, etc. y si presentaba algún tema de la actualidad consistía en retratos de reyes, generales o personalidades del mundo oficial. Un modelo de artista academicista lo encontraríamos en el pintor Jacques-Louis David (1748-1825), con obras como "La consagración de Napoleón y la coronación de Josefina" (1806) o "Marte desarmado por Venus y las Gracias" (1824):
Pero lo que se demandaba en ese momento era inspirarse en la actualidad, sin rechazar ningún tema por muy vulgar que pareciera, ni ningún tipo humano aunque fuera una persona anónima o repulsiva. Querían que el arte reflejara la realidad total y no sólo sus aspectos más agradables o bellos.
Los que abrirán el camino que acabará en la aparición de las vanguardias artísticas, serán todos los movimientos de cambio de siglo, los impresionistas, postimpresionistas.
Los avances de la Revolución Industrial tendrán unas consecuencias directas en el nacimiento del Impresionismo. La invención de los colores sintéticos que se mantenían frescos en unos tubos de estaño con tapón de marfil, permitió a los artistas salir a pintar al exterior. Su pincelada rápida, suelta, se produce por el deseo de captar los efectos lumínicos en los objetos, personas, naturaleza, etc.
Si pinchas aquí podrás comprobar a partir de una obra de Renoir esa pincelada desecha (pincha sobre la imagen para ir ampliándola).
En 1839 Eugène Chevreul, químico francés, publicó "De la ley de los contrastes simultáneos de lo colores". Esta teoría se convirtió, para los artistas, en la base fundamental a la hora de aplicar los colores. Existen tres colores primarios, azul, rojo y amarillo, y tres secundarios, verde, naranja y violeta. Chevreul llegó a la conclusión de que estos colores se complementaban entre sí y cuando se colocaban dos colores, uno junto al otro, que eran complementarios éstos se realzaban entre sí. Chevreul explicó que el ojo cuando observa durante cierto tiempo un color, tiende a ver aparecer su complementario. Las combinaciones complementarias son:
rojo-verde
azul-naranja
amarillo-violeta
Estos colores no deben mezclarse, hay que colocarlos uno junto a otro y se resaltan mutuamente.
Basada en esta teoría de los contrastes simultáneos aparecerá una nueva corriente, el Divisionismo o Puntillismo. Georges Seurat es el principal representante de esta corriente. Creará sus cuadros a partir de la aplicación de varias capas de puntos de color, teniendo en cuenta los contrastes simultáneos. Su obra más conocida es Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1884):
(si pinchas aquí podrás ver esta obra ampliada y comprobar esas capas de puntos, fíjate en la zona del agua y en cómo realiza el reflejo de los barcos).
Los avances de la Revolución Industrial tendrán unas consecuencias directas en el nacimiento del Impresionismo. La invención de los colores sintéticos que se mantenían frescos en unos tubos de estaño con tapón de marfil, permitió a los artistas salir a pintar al exterior. Su pincelada rápida, suelta, se produce por el deseo de captar los efectos lumínicos en los objetos, personas, naturaleza, etc.
Si pinchas aquí podrás comprobar a partir de una obra de Renoir esa pincelada desecha (pincha sobre la imagen para ir ampliándola).
En 1839 Eugène Chevreul, químico francés, publicó "De la ley de los contrastes simultáneos de lo colores". Esta teoría se convirtió, para los artistas, en la base fundamental a la hora de aplicar los colores. Existen tres colores primarios, azul, rojo y amarillo, y tres secundarios, verde, naranja y violeta. Chevreul llegó a la conclusión de que estos colores se complementaban entre sí y cuando se colocaban dos colores, uno junto al otro, que eran complementarios éstos se realzaban entre sí. Chevreul explicó que el ojo cuando observa durante cierto tiempo un color, tiende a ver aparecer su complementario. Las combinaciones complementarias son:
rojo-verde
azul-naranja
amarillo-violeta
Estos colores no deben mezclarse, hay que colocarlos uno junto a otro y se resaltan mutuamente.
Basada en esta teoría de los contrastes simultáneos aparecerá una nueva corriente, el Divisionismo o Puntillismo. Georges Seurat es el principal representante de esta corriente. Creará sus cuadros a partir de la aplicación de varias capas de puntos de color, teniendo en cuenta los contrastes simultáneos. Su obra más conocida es Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1884):
(si pinchas aquí podrás ver esta obra ampliada y comprobar esas capas de puntos, fíjate en la zona del agua y en cómo realiza el reflejo de los barcos).
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